La predestinación



La predestinación
Habiéndonos introducido la semana pasada en lo que es la salvación, este tema que estamos a punto de abordar no se puede ignorar, porque si abrimos las páginas de la Biblia, desde un principio vamos a encontrar a Dios obrando de manera predestinada para con las personas.
La predestinación es una enseñanza difícil de ser tratada, es algo que debe abordarse con mucha delicadeza y cuidado. Digo esto porque en el ámbito cristiano, en la teología cristiana y hombres estudiosos de la Biblia, han tenido diferentes puntos de vista, quizás no llegando a un acuerdo con respecto a este tópico y de ahí se pueden mencionar diferentes nombres de grandes teólogos que discrepan entre un punto de vista y otro.
No soy un teólogo como Martin Lutero o juan Calvino, pero desde que me propuse abrir este blog, mi decisión y pensamiento fue compartir todo el consejo de Dios, no solo lo que me gusta y lo que quiero compartir según mis propósitos o deseos, sino lo que Dios quiere decir, ha dicho a través de su Palabra y quiere que sus hijos y el mundo sepan.
Dicho esto, adelante.

¿Qué es la Predestinación?
El termino predestinación está compuesto por dos raíces de dos diferentes palabras, que son “pre” (antes) y “destino”. De manera más sencilla es que Dios tiene escogido el destino de las personas desde antes que nazcan. La mayoría de iglesias comparten esto, pero no comparten la manera en que se da la predestinación del ser humano, o sea, no comparten el como Dios escoge a las personas para un destino o el otro, los cuales son el cielo o el infierno. Es aquí donde se empieza a poner delicado el asunto y la discusión.
Muchos cristianos creen que la predestinación se basa en que Dios ya sabía con anticipación quienes iban a escoger y recibir a Cristo como Señor y Salvador, entonces es ahí donde Dios los escoge para que sean salvos y su destino final sea el cielo y no el infierno. El problema con esta creencia es que se le está dando oportunidad al ser humano de escoger a Dios aun antes de ser regenerado o nacido de nuevo. El problema con este punto de vista es que se le está dando al ser humano la oportunidad de tener la última palabra sobre su destino. Personalmente no estoy en ese lado de la balanza, creo firmemente que yo nunca hubiera escogido a Dios, porque antes de estar en Cristo, nunca tuve las ganas de buscarlo o de hacerlo mi Señor, siempre viví deleitándome en los placeres de la carne y pecando a diestra y siniestra. Creo firmemente que Dios tuvo misericordia de mí y por medio de su Santo Espíritu le dio vida a mi alma muerta, entonces ahí fue que pude escoger a Dios, solo pude escoger a Dios porque él me escogió a mi primero, yo no tuve nada que hacer en eso. Bueno, me emocione y di mi testimonio al respecto antes que la teoría, pero aquí voy con la teoría, porque si no mi testimonio no valdría nada y seria sin bases ni fundamentos, o sea, palabras vanas.
Citare la Palabra de Dios:

“En él (Jesucristo), Dios nos escogió antes de la fundación del mundo, para que en su presencia seamos santos e intachables. Por amor nos predestino para que por medio de Jesucristo fuéramos adoptados como hijos suyos, según el beneplácito (aprobación) de su voluntad.” (Efesios 1.4-5) 

Basándonos en este versículo podemos determinar muy fácilmente que Dios es el que escoge y que Dios es quien predestina a los seres humanos para ser salvos o no ser salvos, para que el destino final de alguien sea el cielo o el infierno. Nada tiene que ver el ser humano con esta escogencia o predestinación. Estos versículos y un montón más enseñan que el ser humano no tiene la última Palabra sobre su destino, sino que Dios es quien la tiene. Este pensamiento y enseñanza la predico fervientemente Martin Lutero, Juan Calvino y Jonathan Edwards entre otros. Estos tres que mencione específicamente fueron titanes en lo que es el estudio de Dios (teología), y que Dios utilizo para darle forma a la enseñanza bíblica del día de hoy y al cristianismo actual. No podemos creer en algo solo por tradición o costumbre, pero que estos tres hombres estuvieran de acuerdo en que Dios es el que tiene la última palabra para con el destino final de cada alma, y no el hombre, pues es algo que no podemos dejar pasar por alto y debemos prestar mucha atención.
Para cerrar este apartado quiero citar una vez más la Biblia, para respaldar por qué yo creo y muchas personas más creen y han creído que los seres humanos no pueden ni tienen el deseo de escoger a Dios:

“Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados, entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos sus pecados.” (Colosenses 2.13) 

Esto es algo que siempre comparto cuando tengo la oportunidad de hacerlo, porque debemos conocer la realidad del ser humano antes de que crean en Cristo para salvación, y esa realidad es que el hombre y la mujer están muertos. Como siempre lo digo también, un muerto no tiene autoridad para nada. Cuando una persona muere y la entierran, es porque no hay signos vitales, es porque no hay señales de vida, no respira, el corazón no palpita, el cerebro ha perdido todo funcionamiento. Así mismo está el ser humano para con Dios antes de que el Espíritu Santo le de vida. El ser humano no tiene ningún estímulo espiritual hacia Dios, no puede escoger a Dios, no puede decidir por Dios, no tiene la potestad de recibir a Cristo como salvador, no puede voltear su mente y corazón hacia el Creador, única y tajantemente, porque está muerto en su interior, en su espíritu, aunque vive, pero vive para el pecado, no para Dios.
Dicho todo esto, puedo casi que imaginarme que cuando lean el artículo pueden pensar que Dios es injusto, pero Dios tiene una respuesta para eso.

Dios es totalmente justo
La biblia dice que Dios es justo y no injusto:

“Porque la paga del pecado es muerte.” (Romanos 6.23)” 

El ser humano es pecador desde el momento que es engendrado, por la razón de que trae consigo la muerte espiritual que fue consecuencia de la desobediencia de Adán y Eva, donde toda la humanidad está representada. Por ende, lo justo es que todos los seres humanos merecemos como destino final ir al infierno, que es el castigo eterno por nuestros pecados, sin embargo, Dios tiene misericordia de quien él quiere tener, sin importar lo que haga cada ser humano para tratar de alcanzar salvacion por medio de obras. Como dice La Palabra: “Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia (no dar a alguien un castigo merecido).” (Romanos 9.16)

Conclusión
Dios tiene la última palabra para decidir el destino final de cada persona, no el ser humano en sí mismo. El ser humano no tiene recursos para poder convencer a Dios de darle la salvación o no. Como dije al principio, este tema es complejo, pero debe tratarse. Enciérrate en oración con Dios, sumérgete en la Palabra para con este asunto, no te quedes con lo que yo te digo, pero mientras estudias y lees la Palabra,  va a ser imposible que ignorares que Dios siempre escoge sin importar lo que el mundo diga.

Este post trato la parte positiva de la predestinación, la próxima semana si Dios quiere, tratare la parte negativa.

¡Que Dios te bendiga en esta semana!

Comentarios

  1. Excelente Andrey. La palabra nos edifica. Gracias por tu disposición de enseñarnos.

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    1. Gloria a Dios profe, no hay nada mas hermoso que compartir la Palabra del Señor. Gracias

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