El ser humano como cuerpo y alma

Repaso

En el post anterior, aprendimos respecto a lo que significa ser creados a imagen de Dios. Que es tener la capacidad de razonar y el deber de reflejar el carácter de Dios. Es la gran diferencia entre el hombre y los animales. Esa capacidad nos permite adorar a Dios de manera consiente, y así cumplir el deber de reflejar a Dios en gobernar correctamente y ser los representantes de Dios en la tierra.

Al finalizar el pos anterior, comente que en este íbamos a estudiar sobre la composición del ser humano, o sea, de que esta hecho, y sin más preámbulos, a aprender.

El ser humano es cuerpo y alma

En el mundo existen muchas teorías sobre este tema, inclusive dentro del ámbito bíblico. Unos estudiosos dicen que el ser humano está compuesto por tres partes, otros estudiosos dicen que solo por dos. Otras religiones dicen que por dos partes y que el cuerpo es malo y siempre lo fue, pero que el alma es buena, a diferencia de que en la Palabra de Dios podemos ver que el cuerpo del ser humano no era malo, sino que debido a la caída se distorsiono su composición y se hizo malo igual que el alma que también era buena. Sin embargo, yo voy a explicar basado en la Biblia y mi punto de vista, que yo creo que estamos compuestos por cuerpo y alma, que también se le llama espíritu en la Biblia.

Dada la explicación anterior, diré que nosotros los seres humanos estamos compuestos por un cuerpo, que es material, y un alma no material. Tanto nuestro cuerpo como nuestra alma fueron creados por Dios, y fueron creados buenos, sin maldad, pero eso es tema de otro post más adelante, lo que nos importa en este, es el cuerpo y el alma. Para respaldar bíblicamente lo que estoy diciendo con respecto a que somos cuerpo y alma, citare un pasaje:

 “No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” (Mateo 10.28)

En este versículo podemos observar la referencia que hace Jesús a las dos partes que nos componen, las dos partes que Dios utilizo para crear al ser humano. Claramente se distingue “el cuerpo” y “el alma”. Aquí Jesucristo hace una advertencia sobre la importancia que se le debe dar al alma, que es la parte no material de nosotros, que es la parte donde esta nuestra esencia, nuestra imagen según Dios. Pero también vemos donde Jesús dice que no solo el alma puede ir al infierno, sino que también el cuerpo va a tener como destino el infierno, junto con el alma, todo esto si no se es hijo de Dios.

Con la ayuda de Mateo 10.28, vimos que el ser humano está compuesto por cuerpo y alma, una parte material y otra no material. Seguidamente veremos que el cuerpo y el alma eran de una composición positiva, sin pecado.

Creado bueno, pero corrupto por desobediencia

La Palabra de Dios nos enseña algo demasiado importante:

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y todo ello era bueno en gran manera.” (Génesis 1.31)

Es imposible que Dios haga algo malo, imperfecto o en desorden. Ya que podemos leer en las páginas de la Biblia en Génesis, donde Adán y Eva se paseaban desnudos en el edén, estaban desnudos delante de Dios y sin ningún temor ni vergüenza vivían. Existía una plena comunión y transparencia entre ellos. Dios les hablaba directamente, ellos le hablaban a Dios, y como dicen, todo era color de rosa. Eso quería decir que el ser humano (varón y hembra), Dios los había creado buenos, sin pecado, sin mancha, sin maldad, lo repito, Dios nunca podría crear algo malo, Dios es santo, santo, santo. Sin embargo, el ser humano cambio esa naturaleza con la que Dios le había creado, y la transformo en mala, llena de pecado. El cuerpo y el alma se corrompieron y se llenaron de oscuridad.

Vamos con otro versículo para abordar eso:

“Pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, porque el día que comas de él, ciertamente morirás.” (Génesis 2.17)

Aquí arriba esta la advertencia de Dios a Adán y Eva sobre si le desobedecían, Él se los dijo muy claro, pero un capitulo después, podemos observar a Dios sentenciando el castigo sobre la humanidad y la creación, por culpa de la desobediencia de Adán (Génesis 3.17). Fue este acto de desobediencia que trajo la muerte a nuestro cuerpo y nuestra alma, por eso, desde que un niño nace, ya trae consigo la naturaleza pecaminosa y el cuerpo y el alma destinados a la muerte eterna. Pero como siempre lo digo: “Ese no es el fin”.

Salvación del alma y cuerpo

“Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto.

Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo.” (Romanos 8.23)

Todo ser humano que recibe la salvación del alma, se convierte en hijo de Dios inmediatamente aquí en la tierra, pero aun la obra no está completa, porque falta la salvación del cuerpo que la Biblia le llama glorificación, y que se va a dar en el momento en que Jesucristo venga por segunda vez a la tierra, juzgue a la humanidad y reviva los cuerpos de todos los seres humanos que han muerto, ya sea para que posean cuerpos glorificados y vivir delante de Dios, o vivir una eternidad en el infierno bajo sufrimiento con un cuerpo real pero muerto en pecado. 

Pregunto ¿Ya posees la salvación de tu alma, o no? Si la respuesta es no, clama al Señor de corazón, para que te de nueva vida y libere de la cautividad del pecado, y puedas vivir plenamente mientras esperas la segunda venida de Cristo y que tu cuerpo sea glorificado.

En el siguiente articulo abordare el tema “El ser humano como carne y espíritu”. Creo que ya te estas preguntando si no es lo mismo que este tema que acabas de leer. Si quieres averiguarlo, no te pierdas si Dios quiere el lunes próximo cuando publique el post.

¡Que Dios te bendiga!