La expiación
La expiación
Hola
amigos, este tema va a estar fundamentado en lo que es la cruz de Cristo. La
misma es sinónimo del cristianismo desde que se empezó a expandir la Palabra de
Dios predicada por los apóstoles, y hasta el mismo Jesús hace referencia a la
cruz con sus propias palabras: “Si te niegas a tomar tu cruz y a
seguirme, no eres digno de ser mío” (Mateo 10.38). Pablo también utilizo
la cruz como una doctrina de suma importancia para todo el resto de sus
enseñanzas, quizás dándole un énfasis prioritario en el área de la salvación
para con los hijos de Dios. Pero, ¿qué es expeación?
¿Qué es expiación?
El
termino expiación viene de la palabra expiar que según la RAE significa:
“Borrar las culpas, purificarse de ellas por medio de un sacrificio”. Entonces
voy a decir que expiación es
cuando algo o alguien de manera sacrificial han borrado las culpas o agresiones
en contra de algo o alguien.
Este
término es utilizado desde el antiguo testamento en el contexto de que el
pueblo de Israel necesitaba realizar sacrificios de animales para poder expiar
o borrar las culpas y acusaciones que tenían en contra de Dios. La palabra
enseña que todo ser humano es pecador y ha ofendido a Dios, ese pecado y
ofensas son las que impiden que los seres humanos tengan comunión con El
Creador. Entonces en los tiempos del Antiguo Testamento, incluso en el Nuevo
Testamento se puede ver que esos sacrificios y expiaciones se realizaban para
poder reparar la comunión de los israelitas para con Dios. Pero vamos a ver si
esos sacrificios eran suficientes para apagar la ira de Dios contra los
pecadores.
¿Era borrada totalmente la culpa y la
ofensa contra Dios?
En
la Palabra de Dios se puede ver que los sacrificios de los animales que eran
realizados por medio de los sumos sacerdotes, no eran suficientes para poder
borrar la ira de Dios que estaba predestinada para sus hijos, vamos a la
Biblia:
“Pero
solo el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo y lo hacia una sola vez
al año: y siempre ofrecía sangre por sus propios pecados y por los pecados
que el pueblo cometía por ignorancia” (Hebreos 9.7)
El
énfasis que quiero dar en este versículo es la insuficiencia de estos
sacrificios expiatorios que se realizaban, lo único que podía hacer era calmar
un poco el enojo de Dios, pero no se podía lograr pagar la deuda que la
humanidad tenía con Dios, era imposible, porque el valor de esos sacrificios no
eran eternos, caducaban cada año, no podía decirse que se hacía un año y ya no
más, que la deuda con Dios estaba saldada, no se podía, ni un sacrificio animal
ni ninguna obra del ser humano que se pudiera decir que es buena, tiene el
valor requerido de Dios, y así volver a estrecharse las manos en son de amistad
como en el principio antes de la caída.
Entonces
nos podemos preguntar, ¿cuál expiación podría pagar la deuda de los seres
humanos con Dios? A eso vamos.
Solo Jesucristo podía
“Dios
es tan rico en gracia y bondad que compro nuestra libertad con la sangre de su
hijo y perdono nuestros pecados” (Efesios 1.7)
La
única expiación que podía pagar la deuda del ser humano con Dios, era un ser
humano mismo, pero no cualquiera, sino uno eterno, limpio y sin pecado, esos
requisitos solo podía cumplirlos Dios mismo, así que la segunda persona de la
trinidad, El Hijo, vino a la tierra, se encarnó, y recibió en su cuerpo toda la
ira del Padre, llevo Él mismo el castigo que merecía su propio pueblo, que era
consecuencia de los pecados cometidos. Ese castigo era merecido porque la ley
de Dios en el Antiguo Testamento enseña que las personas que quebrantaban los
mandamientos del Señor merecen ser castigadas con la muerte y así llevar esa
maldición por la eternidad, pero Jesús se hizo maldición por su pueblo, y en la
cruz llevo todo el peso del castigo de Dios que era el castigo en el infierno
para los pecadores.
Dos
factores importantes que solo Jesús podía realizar y lo hizo con éxito, fue
cumplir con dos funciones por medio de la muerte en la cruz, y son: la
sustitución y la satisfacción. Jesús nos sustituyó en su muerte, esa
muerte que nosotros debámos llevar, Él ocupo el lugar que nosotros merecíamos. Y
también satisfizo la ira de Dios por completo (1 Tesalonicenses 1.10), que era lo que no podían hacer los sumos
sacerdotes y el pueblo de Israel por medio de los sacrificios de animales.
Después de satisfacer la ira de Dios, es que nos salva de una terrible
eternidad en el infierno.
La
expiación de Cristo en la cruz abarca muchísimo, podría escribir bastantes
artículos al respecto, sin embargo, los puntos que he mencionado considero son
los de más suma importancia para este artículo, y el ultimo trata sobre que el
sacrificio en la cruz que fue la expiación del Hijo para salvación de muchos,
no fue algo espontaneo, de casualidad o improvisado por el Hijo, no, fue algo
de trabajo en equipo entre el Padre y el Hijo.
Padre e Hijo trabajando por la
expiación
Para
iniciar esta última parte del desarrollo, citare la Biblia:
“Pues
Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando
más en cuenta el pecado de la gente” (2 Corintios 5.19)
Este
versículo es hermoso y quizás un poco confuso a primera vista. Tratare de
explicarlo.
El
Hijo no vino al mundo a morir de manera contraria a la voluntad del Padre y
arrebatarle a su pueblo de la ira que merecía, no. Dios Padre y Dios Hijo se
pusieron de acuerdo en todo esto, y el Padre le ordeno al Hijo que viniera a
dar su vida por los que Él iba a reclamar como sus hijos, y Jesús de manera
obediente y voluntaria así lo hizo, ya que también era su voluntad. No existe
contradicción o conflicto en este versículo, simplemente Dios hizo las paces para con el mundo, por medio del Hijo. Él mismo sacio su propia ira.
Para
concluir…
Conclusión
Sin
la muerte de Cristo en la cruz, no habría existido la manera de que Dios
hubiera perdonado a su pueblo de los pecados, solo la expiación realizada por
Dios Hijo podía saciar y pagar la deuda que la humanidad tenía con Dios Padre.
Aun así, hay personas que van a despreciar ese sacrificio y van a ser
castigadas eternamente. Mi anhelo es que ya hayas sido perdonado de esa ira y
estés disfrutando de la salvación obtenida por medio de la muerte expiatoria de
Cristo en la cruz.
¡Espero
haya sido de bendición este articulo para tu vida!
Que
Dios te bendiga en esta semana, nos vemos la próxima…
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