La depravación de la humanidad
La
depravación de la humanidad
Después de haber
estudiado en los dos últimos posts lo que era el pecado en general y el pecado
original en específico, voy a exponer lo que es la depravación del ser humano,
de manera extensa, y no solo pinceladas ha como lo he hecho en los artículos
anteriores.
Esto que voy a decir lo
mencione en un post atrás, pero aquí lo voy a tratar con más detalles, y es que
la sociedad, el humanismo, la psicología e inclusive algunos teólogos creen que
la maldad en el ser humano es por fuera, o sea, que es solo como en una parte
del carácter de los hombres que está dañado o podrido, digamos que la coraza,
pero que debajo de eso todo está bien y en buen estado. Esto lo creen
muchísimas personas en el mundo y en la iglesia. Esta creencia provoca que el
cristianismo que se está viviendo hoy en día sea light, muchísimos cristianos
de todas las iglesias de América Latina están con los ojos vendados a esta
verdad que es tan fundamental para que el ser humano se conozca y se vuelva a
Dios. Esto en las iglesias donde el deber de los líderes religiosos es enseñar
estas doctrinas, ahora cuanto no más en el mundo que la mentalidad es otra
totalmente opuesta a la bíblica.
El ser humano vive
creyendo que solo son un poquito malos y que en el fondo hay bondad, que en el
fondo somos buenos, ya que errores y pecados los cometemos todos. Sin embargo
la maldad de los hombres y las mujeres cala, vive y se extiende desde lo más
profundo de nuestro ser, y lo reflejamos con nuestras acciones. Para respaldar
esto que estoy diciendo, citare la Palabra de Dios que es verdadera y absoluta:
“A
ustedes, él les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados.”
(Efesios 2.1)
Este es uno de mis
versículos favoritos, y te podrás preguntar ¿Pero por qué ese versículo?, y yo
te contestaría: porque ese versículo me hace siempre recordar que antes de que
Cristo me llamara, diera vida, me quitara las vendas de ceguera espiritual e
iluminara mi alma oscura y vacía, yo estaba muerto, no valía nada, era un
zombi, un hombre sin esperanza de vivir una vida cerca de Dios, sin poder
experimentar lo que realmente es vivir una vida a como Dios manda y como debía
ser desde el principio de los tiempos, por eso amo ese versículo, me recuerda
quien era y mi alma se desborda de agradecimiento a mi Señor.
Aparte de que también es
un versículo donde se fundamenta una verdad bíblica trascendental para el
cristianismo y la humanidad, y es que ningún ser humano sin Cristo tiene la
potestad para poder escoger a Dios, ya que está muerto espiritualmente y no
tiene voluntad propia, sino que solo hace lo que por naturaleza puede hacer, y
es desobedecer a Dios y pecar, pecar y pecar más. En otro post más adelante
hablare sobre lo que es el libre albedrio del ser humano antes de la caída,
después de la caída y en Cristo. Por el momento para efectos de este tema, me
basare en el versículo que cite anteriormente para decir que alguien que esté
muerto en pecado, o sea, sin Cristo y totalmente depravado, no puede salir de
esa depravación por su propia voluntad y buscar a Dios, porque esa persona está
muerta espiritualmente, y un muerto, muerto está, no puede hacer nada por sí
mismo.
Para cerrar con este
apartado e iniciar con el siguiente, voy a decir que aunque las personas no
todas cometamos los mismos crímenes o pecados, o una gran cantidad como otros
personajes de la historia de la humanidad, eso no quiere decir que no estemos
totalmente depravados. Explicare esto en seguida.
El
ser humano no es tan malo como pudiera ser
No todos los seres
humanos cometemos los mismos pecados que las demás personas. Obviamente si
nosotros o nuestros vecinos o algunos familiares nuestros se comparan con
Hitler, pues fijo seriamos una canción de cuna a la par de él. Sin embargo, eso
no quiere decir que la maldad no sea total o plena en nuestro ser. Utilizare
una palabra que le dará un poco más de claridad al asunto, aunque pienso que ya
ha quedado claro lo tratado, pero no importa, es mejor repetir las cosas una y
otra vez de diferentes puntos de vista hasta que hayamos comprendido bien lo
que la Biblia enseña. La palabra será “radical”,
y no en un sentido como muchas veces la utilizamos que es a lo “extremo” o
semejante, no, le daré la utilidad de su origen que es “raíz”. Entonces diré que la depravación del ser humano es radical,
o sea, es desde lo más profundo de nuestro ser, de nuestra mente, es desde la
raíz que estamos en estado de caducidad y olemos feos. Esto lo reflejamos por
medio de nuestros pensamientos, palabras y acciones. El ser humano no tiene que
trabajar duro para ser malo, tiene que trabajar duro para poder ser un poco
aceptable moralmente, con valores y principios para dirigirse en la sociedad,
con la familia, trabajo y entre otros círculos.
Para respaldar esto
dicho, citare un versículo que utilice el post anterior, pero que es demasiado
importante repasar y aplicarlo a esta realidad:
“Pues
soy pecador de nacimiento, así es, desde el momento en que me concibió mi
madre” (Salmo 51.5).
Aquí David lo dice
claramente y no hay como darle la vuelta a esa declaración, todos los seres
humanos somos pecadores desde el momento en que somos fecundados, no porque
hayamos pecado, sino porque la maldad ya la traemos desde la raíz, desde antes
de nacer, está en la genética humana, tanto espiritual como física.
Aunque no todos somos
como Hitler o Ted Bundy (asesino en serie de alrededor de 30 mujeres de manera
violenta y depravada), sí somos malos y pecadores desde la raíz, el pecado vive
en lo más profundo de nuestras entrañas. Esto sin importar alcanzar un alto
grado de crímenes o pecados.
No somos tan malos como
somos capaces de ser.
Hay un destino para todo
ser depravado, es inevitable y ya está estipulado por Dios.
Hijos
de ira
Iniciare de inmediato con
la Biblia:
“Todos
nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la
voluntad de nuestra naturaleza humana y nuestros pensamientos, y éramos por
naturaleza hijos de ira” (Efesios 2.3)
Ser hijos de ira
significa que el destino para todo ser humano desde el principio de la
humanidad, es la muerte eterna en el infierno (Mateo 25.46), esa es la ira de
Dios sobre todos los seres humanos a causa de su pecado, su depravación interna
y radical, y ese destino solo puede ser cambiado con Cristo.
Espero y ruego a Dios te
haya sido de edificación este artículo.
Nos encontraremos la
próxima semana en el siguiente post si Dios nos da vida.
Bendiciones.
Excelente mensaje
ResponderBorrarGloria a Dios.
BorrarExcelente explicación de nuestra condición anterior y nos concientiza a darle la gloria a Cristo por su sacrificio. Gracias Andrey. Excelente mensaje
ResponderBorrarAsí es profe, demasiado importante conocer esa diferencia para vivir un cristianismo sabiendo donde pisamos.
BorrarGloria a Dios.