¿Quien soy?
La humanidad y la
caída
Hola amigos, esta nueva serie de posts va a llevar como
nombre “La humanidad y la caída”. Donde quizás publique nueve sub temas para
abarcar todo el terreno que deseo compartirles, el cual es determinante para
darle significado a nuestra vida e iluminar el sendero por donde caminamos,
entender el porqué de nuestra existencia, el porqué del funcionamiento del
sistema del mundo, el porqué de la creación en general y con todo ese
conocimiento obtenido y aplicado a nuestras vidas, no andar pegando de un lado
a otro como un abejón de mayo, como decimos popularmente en Costa Rica.
Este primer sub tema o post va a llamarse “¿Quién soy?”,
donde abarcare quien es en realidad el ser humano y que necesita para poder
verse como realmente es, darle propósito a la vida, vivir con sentido y que
todo lo que haga sobre este planeta no sea en vano y tiempo mal invertido. No
sin antes postular unas preguntas, que les llame “las preguntas de oro”.
Las preguntas de oro
Cuantas veces nos hemos preguntado ¿Quién soy? ¿Qué soy?
¿Por qué estoy aquí? ¿Para dónde voy? Ese tipo de preguntas han revotado en
nuestra mente desde tempranas edades en nuestra vida, sobre todo en los años de
juventud, pero inclusive los adultos y los seres humanos en general vivimos haciéndonos esas preguntas sin
importar la edad, sobre todo en momentos de dolor o momentos donde se está
pasando el disfrute de mucho éxito, pero a pesar de eso, existe un gran vacío
en nuestro interior.
No logramos encontrarle ningún significado a la vida, y si
no hay significado tampoco hay un sentido para vivir. Buscamos el significado
de la vida y nuestro sentido para vivir en lo primero que nos llega a la mente
que creemos puede ser la razón o tesoro más grande por el cual entregarnos día
a día. Como siempre, la naturaleza humana queriendo hacer las cosas como un ser
independiente, aunque también muchas veces por ignorancia y falta de
conocimiento (Oseas 4.6). Por eso la decisión de este blog, para poder llevar
el conocimiento de Dios a personas que quizás están buscando respuestas a las
preguntas de ¿Quién soy? ¿Qué soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Para dónde voy?. No
que yo lo sepa todo y sea un súper sabio, no, pero Dios ha tenido misericordia de
mí y le ha dado respuestas a esas preguntas que como usted siempre tuve, y
anhelo que Dios también se las conteste y su vida adquiera valor, cobre sentido
y tenga significado.
Ahora si ¿Quién soy?
Esta pregunta y las demás, son cuestión de identidad. Y
nuestra identidad como seres humanos está ligada a Dios, porque somos creados (Génesis
1.27), criaturas de Dios somos aunque hoy en día la mayoría de personas nieguen
esa realidad, o la sepan pero nunca se hayan interesado por llegar a la raíz de
lo que realmente significa ser hechos a imagen y semejanza de Dios. Es una
relación de tú a tú, que como resultado de esa relación entre Dios y su creación
es de donde surge nuestra verdadera identidad, y es entonces cuando se puede
empezar a dar respuesta a las preguntas de oro.
Es imposible que podamos entender quiénes somos o que somos
si no sabemos de donde proviene nuestra identidad, nuestra identidad es lo que
nos caracteriza delante de las demás personas y por esa identidad es que nos
conocen, y también es parte de la seguridad de saber quiénes somos en realidad,
sin necesidad de buscar la aprobación de la gente o hacer cosas que van a
causarnos daño o daño a otras personas solo para poder tener una identidad e
identificarnos al mundo que nos rodea. Ese no es el método por el cual el ser
humano puede darse cuenta de su identidad. No existe algo fuera de Dios que
pueda decirle al ser humano quien es realmente (Juan 15.5), y aunque hoy en día
la sociedad le diga a los cristianos que están mal por ser exclusivistas, es
imposible no serlo, ya que exclusivamente y solamente y únicamente Dios,
Jesucristo, puede darle luz a una mente en tinieblas, dar vida a un corazón
muerto y darnos la genuina identidad como seres humanos creados. Que nos tilden
de exclusivistas.
No podemos tener significado de la vida y saber para donde vamos, si no
sabemos quién es en realidad Dios y quien determina Dios que somos.
El conocimiento de
nosotros mismos y el conocimiento de Dios
Hay dos asuntos que van de la mano y es imposible de
separar. Y es el conocimiento de nosotros mismos y el conocimiento de Dios.
Cuando miramos hacia nuestro interior nos damos cuenta que somos una criatura
como el resto de seres humanos, tenemos una fecha de nacimiento y una fecha en
la que vamos a morir. O sea, no somos Dios. Nuestro entendimiento de que somos
un ser creado y que no somos Dios, puede causar dos reacciones, o no le damos
importancia a eso y vivimos una vida siendo indiferentes a Dios, o nuestra
mente se vuelve a Dios. Pero no hay manera de que podamos entendernos, saber
nuestro propósito de vida, para que estamos en este planeta o para donde vamos,
si no entendemos la relación que tiene el hombre con Dios y lo que demanda esa
relación entre Creador – Criatura.
El conocer a Dios nos lleva a darnos la identidad que
siempre hemos anhelado tener y saber el porqué de nuestra existencia. Pero
tampoco podemos conocer a Dios hasta que tomamos conciencia de nosotros mismos,
por eso dije que estos dos asuntos van de la mano. Conocernos a nosotros mismos
como criaturas nos va a llevar al conocimiento de Dios como creador y el
conocimiento de Dios como creador nos va a llevar a nuestra identidad.
Pero existe una crisis en el mundo actual, donde el ser
humano es protagonista.
La crisis del mundo
actual
La humanidad está viviendo en crisis desde el principio de
los tiempos, desde que el ser humano se creyó más sabio que Dios y en su mente
le dio espacio a la idea de que podía ser como Dios (Génesis 3.6).
La crisis actual del porque las personas no tienen definida
su identidad en lo espiritual, sexual, familiar de entre tantas cosas, es porque
se ha separado el estudio del ser humano del estudio de Dios. Al existir hoy en
día tanta manipulación de la realidad, un mundo que solo ofrece superación
personal, materialismo, espiritualismo al gusto del cliente, tantas ideologías
separadas de Dios, es donde surge una grieta entre Dios y el hombre, esa grieta
es lo que le paso a Adán y Eva que quisieron ser independientes de su Creador y
creerse dioses. Como consecuencia llego el pecado y la muerte espiritual de los
seres humanos en general. Esa grieta es la que se vive actualmente y con mucha
fuerza ha alcanzado universidades, colegios y escuelas. Desde las edades de 6
años en las escuelas, ya se les está haciendo esa grieta en la mente a los niños.
Lo delicado del asunto es lo que está en juego por culpa de
esa ruptura.
Conclusión
Lo que está en juego es la vida del ser humano y su
eternidad, ya que si se considera al hombre independiente, separado de Dios o
no relacionado con Dios, seremos seres
insignificantes. Si no somos seres creados por Dios y relacionados con Dios,
pasamos a ser un accidente cósmico. Y pues lastimosamente eso es lo que muchos
creen hoy en día, de ahí el caos social, familiar y espiritual en el mundo.
Es inevitable decir que nuestro origen y destino están
ligados a Dios, no podemos determinar los propósitos de la vida o el destino de
los seres humanos si nos separamos de Dios y su Palabra, o si hacemos una
grieta entre Dios y el hombre, o si existe una ruptura entre el estudio del ser
humano y el estudio de Dios. Si el hombre y la mujer no reconocen que son
criaturas, o sea, existió y existe un Creador y a Él le pertenecen,
inevitablemente va a existir una crisis, un caos y lo va a seguir existiendo hasta
la segunda venida del Señor.
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